Pajarillo: «Urbano pero Silvestre»

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Eduardo Labra es un arquitecto que siempre tuvo gusto por la cocina y por lo culinario. En parte, porque su padre era pastelero y chocolatero: «Trabajé con él en el verano, para ganarme mis lucas», dice recordando los viejos tiempos.

Con el pasar de los años, en compañía de su mujer, nace la brillante idea de tener una empresa que sustentará el estilo de vida de ambos.

Encontrar esa anhelada independencia del mundo corporativo, eso que pareciera ser cada vez más visto como un sueño utópico difícil de alcanzar, pero que para ellos fue una posibilidad latente: «Siempre pensamos en tener un restaurant o un hotel», señala Labra.

Un gin silvestre, pero con identidad urbana


Tras un viaje a Europa en 2019, se percata de que el gin es una locura desenfrenada en el viejo continente, por lo que Eduardo comienza a internalizarse en esta mina de oro. Algo de conocimiento tenía, pues ya había creado su propia cerveza y hasta productos propios de la gastronomía italiana. A pesar de ello, la idea siempre estuvo pensada como algo netamente casero, pero pronto, la demanda de su nueva creación crecería mucho, por lo que comenzaría a vender. Era el nacimiento de gin Pajarillo.

Eduardo Labra y su creación

El origen del nombre reside en el chincol, una ave urbana pero silvestre: «Ese que escuchas todas las mañanas en verano», comenta Eduardo. A su vez, es un homenaje a su madre, a la cual le decían pajarillo de forma cariñosa, por lo que el sentido emotivo también está presente en este gin que nace en el esplendor de la ciudad: «Pajarillo es un gin urbano, y la ciudad siempre debemos entenderla como un ambiente natural, no artificial», reflexiona.

En cuanto a los botánicos con que se produce Pajarillo, son doce y están divididos en grupos, para lograr una receta uniforme. Las categorías son enebro, cítricos, especias y hierbas, y dentro de todas ellas se subdividen en lavanda, cardamomo, pimienta Jamaica, cilantro, romero, cedrón, y jengibre, entre otros tantos.

La aceptación de la receta de Eduardo fue evidente, los resultados de su búsqueda interna y del contexto externo al que estuvo expuesto le permitieron hallar el énfasis exacto de lo que quería ofrecer, por lo que compró los primeros alambiques y arrendó un local situado en el corazón del barrio Franklin: «Ha sido un crecimiento muy orgánico».

Entre sus objetivos más próximos -comenta- está la exportación a países como Estados Unidos (principalmente Nueva York y Miami) o Costa Rica, además de entrar de lleno a las grandes cadenas de supermercados.


A través de su web: www.ginpajarillo.cl
Instagram: @ginpajarillo
Email: ginpajarillo@gmail.com

Entrevista: Paulo Galleguillos
Textos: Ignacio Duque
Edición General: Javier Valenzuela

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