La bebida alcohólica por excelencia en los países del norte y este de Europa, estandarte de la coctelería rusa y un deleitoso acompañante para cada celebración, es sin duda uno de los brebajes favoritos de todos aquellos que disfrutan de un buen trago.
Y es que el vodka, palabra que deriva del concepto ruso «voda», y que en castellano significa «agüita», es un destilado atribuido históricamente a un símbolo nacional de Rusia. Sin embargo, su origen como tal está en constante disputa con Polonia.
Lo cierto es que, desde principios del siglo XV y debido al inconveniente que significaba producir vino en una zona hostil para la uva, un grupo de monjes asentados en el Monasterio Chudov, en las cercanías de Moscú, comenzaron a producir una pócima sencilla basada en el trigo, agua y un elevado porcentaje de alcohol. Algo que los polacos cuestionan hasta el día de hoy.
La evolución
Lo que comenzó como una bebida producida estrictamente con fines medicinales, se convirtió durante el siglo XVII en la fortuna para los dueños de tabernas emergentes y luego en un tesoro preciado para el Imperio Zarista, que pasó a controlar toda la producción y venta del vodka, lo que condujo a que este fuese comercializado de forma clandestina.


Durante este período el zar Alejandro III contrató al químico Dmitri Mendeléyev para buscar la realización ideal entre volumen, peso de alcohol y agua. Tras un año y medio de experimentación, se logró establecer un estándar general para el vodka, el mismo que en la actualidad estipula su porcentaje alcohólico, la fermentación del almidón con levaduras, su destilación en alambiques y la filtración para eliminar posibles impurezas, quedando así una excelente mezcla que bordea los 40º. Como dato curioso, sin este proceso de disolución se podría conseguir una mixtura cercana a los 96º de etanol puro. Algo descabellado ¿no?
Tras la Segunda Guerra Mundial, y ya siendo parte del habitué en gran parte de la población rusa, el vodka logró alcanzar una alta popularidad en toda Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia, llegando a ser una de las bebidas alcohólicas mas producidas en el mundo, e instalando posteriormente la tendencia que predomina en este siglo: el gran éxito del vodka con distintos sabores frutales.
Como dirían los rusos a la hora de brindar ¡Na zdarovie!
Textos: Ignacio Duque
Edición General: Javier Valenzuela