En Chile tenemos cultura de lo dulce. De hecho, a veces llega a niveles adictivos, será porque nos hace más felices o para esconder la tristeza, qué sé yo. Por eso, resulta una paradoja que se descorchen tan pocos vinos dulces en Chile, a pesar de la enorme oferta y calidad que tenemos.
El 80% de los ejemplares dulces vienen de uvas sobre maduras. Pero solo unos poquitos llegan a la división de honor. La mítica Botritys Noble, un fenómeno donde un hongo (botrytis cinerea) literalmente se toma toda el agua del grano, hasta dejarlo en un hollejo apasado lleno de azúcar.


Golden Harvest Morandé, representante local de la podredumbre noble
La podredumbre noble se practica en los Sauternes en Francia, en los Tokaji de Hungría y también en algunos pocos ejemplares en Chile, como el Golden Harvest Morandé, del viñedo El Ensueño en Casablanca D.O., un lugar frío y con niebla, lo que significa humedad y muy pocas cosechas como las de 2000, 2007, 2011 y 2013. Además de un perfume lleno de aromas a flores, damascos, membrillos y miel.


¿Con qué comerlo? Mi fórmula favorita es aplicar la regla del contraste. Por el ejemplo, con un queso azul, dulce y salado a la vez. Con eso se logra esa pirotecnia en la boca, como la de la película Ratatouille. Así se puede disfrutar de este vinazo con casi 200 gr/litro de azúcar residual.
Y un dato importante a considerar: Tim Atkin, el prestigioso Master of Wine británico, referente absoluto en el mundo de los vinos, presentó mediante modalidad online su Reporte Especial Chile 2021, en el que galardonó con 96 puntos a Golden Harvest Edición Limitada 2013, catalogándolo como «Sweet Wine of the Year».
Para quienes deseen comprar y disfrutar Golden Harvest Morandé, vayan por él en morande.cl.
Textos: Rodrigo Ortega Aedo
Edición General: Javier Valenzuela